A dos horas del cierre de mercado, Osasuna da por cerrada su plantilla. Existe tranquilidad absoluta en la planta noble del club, pese a que este viernes se ha producido un movimiento de última hora para abordar el regreso de Abde. Ha habido contactos con el Barcelona y el futbolista, pero el futuro del marroquí parece lejos de Pamplona. No se esperan novedades, salvo sorpresa mayúscula.
El club rojillo ha movido ficha en un intento muy complejo mientras se negociaba su salida al Betis, un traspaso que parecía encaminado. 10 millones por el 50% de sus derechos económicos. Su destino está en el aire mientras ha irrumpido el Aston Villa.
En Osasuna apenas había esperanzas, en una maniobra casi obligada para estar presentes en el mercado y seguir de cerca cualquier imprevisto que pudieran presentar las negociaciones. Por ejemplo, que finalmente cristalizara una cesión que no contemplaba el Barcelona. No ha habido acuerdo ni siquiera con el jugador, con un cartel potente en el mercado. El precio del pase y del salario se iban de órbita.
Si se cumple el guion previsto, la ventana de verano se cerraría con las llegadas de Catena, Arnaiz, Mojica y Raúl García de Haro. La eliminación reduce el número de partidos en el calendario y los ingresos económicos.
En los últimos días también ha habido conversaciones que no han cristalizado. La premisa del cuerpo técnico y la dirección deportiva era firmar una pieza diferencial y no un jugador de rotación que completara la plantilla.
En el club tampoco hay un temor a que se produzcan salidas inesperadas, pese al interés de la Premier en David García, que no se ha sustanciado en una oferta. Tampoco la ha habido desde otros clubes.